¿Y si hubiera una alternativa para mejorar la salud del pie mientras sigues usando tu calzado habitual cuando lo necesites?
El calzado barefoot, también conocido como calzado respetuoso, propone justamente eso: una forma de caminar que permite que el pie se mueva libremente y de forma natural, sin perder la opción de usar el calzado convencional cuando lo necesites.
Lejos de sustituirlo, el barefoot es una opción complementaria para fortalecer la musculatura del pie, mejorar la pisada y favorecer un movimiento más natural. Se ha diseñado para imitar la sensación de andar descalzo, con suela fina, flexible y drop 0.
Principios clave del calzado barefoot
- Forma y tamaño natural del pie: respeta la anatomía y permite que los dedos se expandan libremente, con margen para distintas interpretaciones.
- Drop cero: sin diferencia de altura entre talón y antepié, para una pisada más equilibrada.
- Suelas finas y flexibles: transmiten mejor la sensación del terreno y aumentan la conciencia corporal.
- Mínimas estructuras rígidas: el pie trabaja activamente, fortaleciéndose de forma natural.
- Mayor libertad de movimiento: favorece la musculatura intrínseca y la alineación natural.
¿Cómo elegir un buen calzado respetuoso?
Elegir un calzado adecuado es clave para que la transición al barefoot sea segura y efectiva. Más que fijarte solo en suela, drop o material, escucha a tus pies.
Un buen calzado barefoot es aquel que permite que tus dedos se muevan, que te haga sentir cómodo desde el primer momento y que no restrinja tu forma natural de caminar o correr.
En definitiva, el mejor calzado combina comodidad, libertad de movimiento y confianza en cada paso, respetando tu pisada y acompañando tu progresión hacia un movimiento más natural.
Transición segura hacia el barefoot
Pasar del calzado convencional al barefoot implica reeducar el movimiento del pie. La clave es hacerlo de forma gradual:
- Comenzar descalzo en casa unos minutos al día.
- Realizar ejercicios específicos para activar y fortalecer los pies.
- Introducir el barefoot progresivamente en caminatas cortas.
- Alternar con el calzado habitual y escuchar las sensaciones del cuerpo.
La transición puede durar entre 3 y 6 meses, dependiendo de la experiencia y el tipo de entrenamiento.
En Joma creemos que cada persona tiene su propio ritmo. Por eso ofrecemos tanto calzado convencional como barefoot, para que disfrutes de la libertad de moverte de manera más natural sin dejar de lado la confianza de tu calzado de siempre. Nuestros modelos incorporan una plantilla de transición, suela flexible, puntera amplia y drop reducido, facilitando que tus pies se fortalezcan de manera progresiva.









