Hoy en día miles de personas por falta de tiempo y voluntad acuden a los gimnasios a ejercitarse. Claro que otro gran número de personas prefiere trabajar el cuerpo haciendo deporte al aire libre.
Muchos hombres y mujeres salen a caminar o a correr a los parques y plazas, otros lo hacen bordeando el rio o el mar. Esto hace el ejercicio mucho más ameno y llevadero, ya que es mucho más entretenido, y sobre todo muchos lo utilizan como una forma de despejarse de la rutina laboral.
En el gimnasio, si bien trabajamos el cuerpo de la misma manera, estamos encerrados en cuatro paredes, rodeado de otras personas en nuestra misma situación. Claro que contamos con la ayuda de los profesores especializados que nos ayudan a hacer los ejercicios de una forma correcta, pero aun así terminan siendo rutinas aburridas.
La mayoría de los usuarios de estos centros de gimnasia coinciden en que si tuvieran tiempo harían ejercicios al aire libre, pero en el gimnasio es mucho más rápido y controlado, por eso lo elijen. Si a eso le sumamos que en el invierno no se pasa frio allí dentro y además acudimos al que esté más cerca de nuestro hogar, mientras que de la otra forma debemos buscar un lugar amplio para ejercitarnos y muchas veces lo encontramos muy lejos de nuestra vivienda.
De una u otra forma, lo importante es sentirnos cómodos y a gusto con lo que hacemos, para así poder tener constancia, y poder ver resultados en nuestro físico luego de algunos meses.